domingo, 5 de febrero de 2017

SOBRE EL BOCA-OREJA, LA LA LAND Y EL RESURGIR DEL MUSICAL



"Por toda su inteligencia postmoderna, La La Land tiene un corazón tan grande como la pantalla del Cinemascope. Esto se debe principalmente gracias a sus dos protagonistas, sin sus interpretaciones sería solo un vacío, tal vez impresionante, ejercicio de una vertiginosa habilidad técnica y estilo". -Cine Vue

"La La Land es una película alegre, de dulce naturaleza - algo que te proporciona Vitamina D mucho mejor que la del sol". - The Guardian

"Es una película con el potencial de hacer que todos la amemos. Todo lo que tenemos que hacer es caer entre sus brazos". The Times 


Son algunas de las críticas que han estado inundando los medios de comunicación estos meses atrás, desde que este musical llegara a las grandes pantallas.

Si hay algo que tiene el arte, es subjetividad. A cada persona una obra musical, un largometraje o una pintura le pueden suscitar sentimientos diferentes a otro individuo que lo contempla. Pero parece, que cuando la opinión es más o menos unánime, gusta mucho o es muy rechazada.

Este es el caso de La La Land, un musical que ha estado (y está) en boca de todos. Cinéfilos y profanos. Yo personalmente siempre he preferido las series al cine. Me suelen entretener más, y soporto mejor estar frente a una pantallas cuarenta minutos que dos horas. Pero guiado por mi atracción a los musicales, decidí enfrentarme a este filme. 

¿Mi veredicto? es la obra más sobrevalorada de los últimos años. Sí, está bien y la historia es bonita. No, no se merece tantos galardones. No, no supera ni superará a otros grandes clásicos como Grease, Dirty Dancing o incluso el más reciente Mamma Mia

Soy de las personas que siempre dudan ante una película muy premiada. Intuyo que no es para tanto. Y pocas veces me suelo equivocar. Puede que esté bien producida, que la BSO sea buena o que cuente una historia de amor real y probable por lo que mucha gente se sienta identificada. Pero cuando las escenas rozan lo absurdo (como son los primeros minutos, donde en un atasco enorme la gente se ponga a cantar y bailar como si estuvieran en una pista de baile) o lo irreal (los protagonistas llegan a volar en una escena), ya es para perder el interés. Y creo que esto es lo que pierde en esta película. Situaciones algo raras, que chirrían al espectador. O deberían.

Lo único que tengo que agradecer a este boom, es el aire nuevo y el resurgir de un género cinematográfico que estaba agonizando (al igual que el cine del Oeste o el cine Negro) y que tantas buenas películas ha traído: el musical.

En la literatura me pasa lo mismo cuando un libro es Best seller. Ejemplos, muchos: La chica del tren (la venden como la mejor novela negra del 2016 y no lo es para nada) o cualquier libro de auto ayuda que prometen cambiar tu vida y con lo único que te encuentras es con palabras y frases sin sentido. 

Al fin y al cabo, todos tienen en común algo. Un potente marketing detrás y sobre todo el boca-oreja, que es la mejor forma de promoción. Si mi amigo Pepe me dice que lea o vea esta película porque es maravillosa, ¿a que le haces caso?.