viernes, 7 de junio de 2013

ABIERTO 24 HORAS


Aquí me encuentro otra vez ante un blog. Digo otra vez porque ya antes  mis dedos teclearon para tal fin. 
La razón de que vuelva por estos sitios es muy sencilla. La necesidad de comunicación. De expresar, de opinar, de tener un confidente, de hacerte partícipe de mis idas y venidas, en definitiva que puedas conocer mi forma de vida, mi manera de mirar al mundo, mi yo.
No se si este viaje será largo o corto, si merecerá la pena o será otro fracaso o intento de algo. Solo pido paciencia, y perdón. Perdón por las cosas que aparecerán y las que no. Por esos momentos en los que aburriré, por los que serán desagradables (o no) por ser insoportable, testarudo y arrogante. Y paciencia (¿o debería felicitarte?) por toda la parrafada que puedan llegar a ver tus ojos.
Sin más, agradecerte que hayas decidido llegar a este lugar, que como bien dice el nombre, está abierto las 24 horas. Que te hayas detenido a leer esta breve pero intensa introducción. Y te doy doblemente las gracias si estás dispuesto a continuar y formar parte de este nuevo proyecto.

J.