Recientemente se ha reactivado la polémica en algunos medios de si Chueca, ese famoso barrio madrileño "gayfriendly", es más un gueto o un barrio que evoluciona. Sólo han sido varias páginas (muy conocidos por la comunidad LGTBI, todo hay que decirlo) los que han llevado a sus portadas este tema pero las opiniones en ambos bandos es más que patente, con miles de comentarios.
Que este barrio (que por cierto oficialmente se llama barrio de la Justicia) ya no es como hace unos veinte o treinta años no tiene discusión. Al igual que no es lo mismo actualmente los barrios de Carabanchel, Usera o Moncloa, por poner varios ejemplos. Las condiciones sociales han cambiado. Recordemos que en la famosa Movida Madrileña, se buscaba todo lo que había estado prohibido o reprimido durante los más de cuarenta años de franquismo. Un barrio que nada tenía que ver con el glamour del que goza en nuestros días. Con calles oscuras y sucias, de clase media-baja y sin tiendas "chiks".
Empezaron a aparecer locales míticos que servían de punto de encuentro para personas que no podían expresar sus gustos sexuales o afectivos abiertamente. Aparecieron personajes famosos como drags, artistas..., y fue (habría que ver si por casualidad o porque alguien lo propuso expresamente) en esta zona llamada Chueca donde comenzó todo.
A partir de aquí empezaron a proliferar locales "de ambiente" o destinados a un público homosexual y como algo lógico, el público gay fue estableciéndose en torno a estas calles (piensa: Manolito que es homosexual y vive con su novio Pedrito, prefiere vivir en Chueca ya que se siente más en su salsa).
La sociedad evoluciona, para bien o para mal. Y con ella las zonas habitadas por humanos. Actualmente estamos en un barrio caro, para qué mentir. Con caro me refiero a estudios que se alquilan por 800€/mes, boutiques de ropa de todo tipo con precios no aptos a todos los bolsillos, cafeterías donde tomar un café ronda los dos-tres euros...
¿El motivo? Ese cliché que afirma que las personas LGTBI tienen mayor renta o poder adquisitivo por no tener cargas familiares. Que nos pregunten a los que cobramos unos 500€ al mes a ver si se cumple este tópico. También por el postureo que nos han traído hoteles con terrazas o gimnasios con azotea y piscina.
Pero volvamos a la idea del gueto. Personalmente no creo que sea así. Es cierto que la actividad en torno a este mundillo es más que patente y más concentrada que en otras zonas cercanas (por ejemplo en Vallecas es nula) pero de ahí a gueto...
Yo personalmente me muevo por todo tipo de zonas: Chueca, Latina (la zona hetero por excelencia...) y si que es verdad que hay más posibilidad de encontrar personas "como yo" (sin que se malinterpreta la expresión) en Chueca que por ejemplo un bar de Villaverde, pero creo en la importancia de tener un barrio o zona gay, donde encontrar empresas de todo tipo que se adapten a las necesidades del colectivo. Poder entrar en una tienda de ropa interior y encontrar una amplia gama de artículos masculinos, o (poniéndonos traviesos) entrar en un sex shop y encontrar artilugios indicados para personas de mi mismo sexo y que los dependientes estén más formado y pueda comprender mi necesidad de consumidor. Parece una tontería, pero no lo es.
También digo que ya no es lo mismo, por suerte este tema ya no es tabú, cada vez hay más visibilidad y da lo mismo dónde residas. Malasaña, Tribunal... ya no es solamente las calles de Chueca donde encontrar residentes gays.
Por tanto, ya no está mal visto (o no debería) manifestar muestras de cariño y amor con esa persona especial en cualquier punto de la ciudad, por tanto desaparecen esos muros mentales de: en esta calle puedo ir de la mano con mi chico/a pero si cruzo esta otra ya no. Esto no quiere decir que ya no haya una zona exclusiva o visible para la comunidad homosexual. Es necesaria, práctica y a la vez se convive con un pasado no tan lejano que espero perdure eternamente en la mente colectiva.
Por tanto, ya no está mal visto (o no debería) manifestar muestras de cariño y amor con esa persona especial en cualquier punto de la ciudad, por tanto desaparecen esos muros mentales de: en esta calle puedo ir de la mano con mi chico/a pero si cruzo esta otra ya no. Esto no quiere decir que ya no haya una zona exclusiva o visible para la comunidad homosexual. Es necesaria, práctica y a la vez se convive con un pasado no tan lejano que espero perdure eternamente en la mente colectiva.
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