Quien bien me conoce sabe que soy un gran amante de todo aquello físico, refiriéndome en el mundo literario y musical. Prefiero miles de veces un buen libro con sus tapas (duras o blandas) sus páginas con las letras impresas, su tipo y grosor de papel y sobre todo su característico olor, ya sea nuevo, de segunda mano o de biblioteca.
Prefiero, si tengo muchas ganas de leer un libro, buscar en el catálogo de la biblioteca y leerlo en físico, antes que dejarme los ojos en una pantalla de ordenador o a través de un dispositivo "ebook".
Y con la música me pasa lo mismo: prefiero tener el disco en la mano, coger el libreto, ver las fotos, leer las letras o los agradecimientos, coger el disco y reproducirlo... antes que escucharlo a través de aplicaciones de música en "streaming".
Que claro que he leído libros en lectores digitales sustituyendo las páginas por botones, y escuchando música por los ya famosos programas de biblioteca musical. Claro que tienen sus ventajas (precio, comodidad, modernura, novedad...) y por supuesto, y bajo mi punto de vista, muchos inconvenientes.
Y no en libros/discos solamente, también en prensa, revistas, entregas... Hoy he podido leer que muchos quioscos en España están cerrando. Una noticia muy triste. ¿Pero qué o quién puede ser el culpable que un negocio que lleva en nuestro país una ristra de años a sus espaldas, haga que estén cerrando?, ¿la crisis?, ¿el poco interés por parte de la gente en leer revistas u otros formatos?, ¿que la sociedad ya no lee o está interesada en otras cosas que un diario o una revista no aporta?
He llegado a la conclusión que la crisis tiene culpa, claro que sí (la gente, la poca que sigue alguna publicación, prefiere ahorrarse unos euros , que se gastará en otras cosas, descargándola en webs no del todo legales), pero no es la única culpable.
Las redes sociales, donde podemos encontrar noticias de acontecimientos de apenas unos minutos, han provocado en la sociedad el desinterés (o al menos la falta de necesidad) de ir al quiosco de forma frecuente para adquirir algún ejemplar de un periódico. Después de todo, ¿para qué comprar algo donde no hay novedad?. Como se puede ver, no todo es cien por cien bueno o cien por cien malo. Y las RRSS tienen mucho, muchísimo, bueno, pero también algo perjudicial para algún que otro sector. ¿No os habéis parado a pensar por qué los quioscos han empezado a vender desde tabaco hasta cremas hidratantes, cual seven eleven se trataran? Ahí va una razón. Reciclar o morir.
No quiero incitar o decir que dejemos de lado las nuevas tecnologías, pues además de hacernos la vida más fácil, son necesarias hoy en día. Lo que quiero es llamar la atención del lector, a ti, para que sigas consumiendo libros en papel (sean de donde sena, no hace falta gastarse 20€ en un ejemplar), música en disco de tu artista favorito (repito el entre paréntesis del punto anterior) y que de vez en cuando (aunque sea una vez al mes) te des una vuelta por un punto de venta de revistas y periódicos y adquieras aquella publicación que se adapte a tus intereses o aficiones, o aquel diario que encaje con tu ideología política. Aunque sea solo para leer y tirar.
No dejes que las costumbres (y más las bonitas y que no hacen daño a nadie) desaparezcan.
No quiero incitar o decir que dejemos de lado las nuevas tecnologías, pues además de hacernos la vida más fácil, son necesarias hoy en día. Lo que quiero es llamar la atención del lector, a ti, para que sigas consumiendo libros en papel (sean de donde sena, no hace falta gastarse 20€ en un ejemplar), música en disco de tu artista favorito (repito el entre paréntesis del punto anterior) y que de vez en cuando (aunque sea una vez al mes) te des una vuelta por un punto de venta de revistas y periódicos y adquieras aquella publicación que se adapte a tus intereses o aficiones, o aquel diario que encaje con tu ideología política. Aunque sea solo para leer y tirar.
No dejes que las costumbres (y más las bonitas y que no hacen daño a nadie) desaparezcan.
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