domingo, 26 de enero de 2014

EL TIEMPO DE NUESTRAS VIDAS


Estoy seguro que si te preguntan qué es el tiempo para ti, responderás que es un periodo de segundos, minutos y horas, que dan lugar a los días, meses y años.
Y llevas razón, técnicamente ése es el tiempo. Pero no solo eso. El tiempo es  mucho más.

Alejándome de relojes, cronómetros y demás aparatos creados por el hombre y que nos controlan día a día, a veces para bien y otras para mal, diré que el tiempo, el de nuestras vidas no es ese. La vida no es tan vacía. Ni rutinaria. Ni tan monótona.
Para mí, el tiempo de nuestras vidas se miden por los momentos que nos suceden y que marcan de una forma u otra lo que somos. Porque todo lo que nos ocurre nos marca, aunque no seamos conscientes de ello. 

Personas que  entran a formar parte de nuestra vida, acontecimientos tan importantes como graduaciones, primer empleo, primer amor, emancipación.... 

La vida no es ni larga ni corta. No tenemos  nada para comparar y afirmar (o negar) este dicho. La vida es como es. Sabemos el día en que venimos a este mundo, pero no cuándo se pondrá fin. Por eso, es importante no dejar que pequeñas disputas, personas, situaciones o enfermedades nos quite el derecho a ser felices. 
Felicidad plena. Sin estar ligada a nada material. La "felicidad" que nos da ciertos aparatos electrónicos, el dinero o tener el mejor coche del mercado, no deja de ser material. Eso no es ser feliz, es ser consumistas.

Seguro que la vida no se creó para ser eterna. ¡Qué aburrimiento! Sigue la máxima de "el tiempo es oro". No te arrepientas ni pidas perdón por lo que eres o lo que haces (siempre y cuando no dañes la libertad del prójimo).

Yo quiero que el día de mañana, cuando ya no esté en este mundo (que sea dentro de mucho, mucho tiempo), me recuerden como alguien que buscó su propia felicidad. Que supo aprovechar cada momento de su vida. Que hizo lo que tenía que hacer en cada momento. Sin remordimientos.
 Y tú, ¿cómo quieres que te recuerden?

Hay un cuento que me gustaría presentaros y que refleja muy bien lo que os vengo a comentar. Seguro que muchos de vosotros lo conoce: 

Esta es la historia de un hombre al que yo definiría como buscador 
Un buscador es alguien que busca. No necesariamente es alguien que 
encuentra. Tampoco esa alguien que sabe lo que está buscando. Es 
simplemente para quien su vida es una búsqueda. 
Un día un buscador sintió que debía ir hacia la ciudad de Kammir. Él había 
aprendido a hacer caso riguroso a esas sensaciones que venían de un lugar 
desconocido de sí mismo, así que dejó todo y partió. Después de dos días de 
marcha por los polvorientos caminos divisó Kammir, a lo lejos. Un poco antes 
de llegar al pueblo, una colina a la derecha del sendero le llamó la atención. 
Estaba tapizada de un verde maravilloso y había un montón de árboles, 
pájaros y flores encantadoras. La rodeaba por completo una especie de valla 
pequeña de madera lustrada… Una portezuela de bronce lo invitaba a entrar. 
De pronto sintió que olvidaba el pueblo y sucumbió ante la tentación de 
descansar por un momento en ese lugar. El buscador traspaso el portal y 
empezó a caminar lentamente entre las piedras blancas que estaban 
distribuidas como al azar, entre los árboles. Dejó que sus ojos eran los de un 
buscador, quizá por eso descubrió, sobre una de las piedras, aquella 
inscripción … “Abedul Tare, vivió 8 años, 6 meses, 2 semanas y 3 días”. Se 
sobrecogió un poco al darse cuenta de que esa piedra no era simplemente una 
piedra. Era una lápida, sintió pena al pensar que un niño de tan corta edad 
estaba enterrado en ese lugar… Mirando a su alrededor, el hombre se dio 
cuenta de que la piedra de al lado, también tenía una inscripción, se acercó a 
leerla decía “Llamar Kalib, vivió 5 años, 8 meses y 3 semanas”. El buscador 
se sintió terrible mente conmocionado. Este hermoso lugar, era un cementerio 
y cada piedra una lápida. Todas tenían inscripciones similares: un nombre y el 
tiempo de vida exacto del muerto, pero lo que lo contactó con el espanto, fue 
comprobar que, el que más tiempo había vivido, apenas sobrepasaba 11 años. 
Embargado por un dolor terrible, se sentó y se puso a llorar. El cuidador del 
cementerio pasaba por ahí y se acercó, lo miró llorar por un rato en silencio y 
luego le preguntó si lloraba por algún familiar. 
- No ningún familiar – dijo el buscador - ¿Qué pasa con este pueblo?, ¿Qué 
cosa tan terrible hay en esta ciudad? ¿Por qué tantos niños muertos enterrados 
en este lugar? ¿Cuál es la horrible maldición que pesa sobre esta gente, que lo 
ha obligado a construir un cementerio de chicos?. 
El anciano sonrió y dijo: -Puede usted serenarse, no hay tal maldición, lo que 
pasa es que aquí tenemos una vieja costumbre. Le contaré: cuando un joven 
cumple 15 años, sus padres le regalan una libreta, como esta que tengo aquí, 
colgando del cuello, y es tradición entre nosotros que, a partir de allí, cada vez 
que uno disfruta intensamente de algo, abre la libreta y anota en ella: a la 
izquierda que fu lo disfrutado…, a la derecha, cuanto tiempo duró ese gozo. ¿ 
Conoció a su novia y se enamoró de ella? ¿Cuánto tiempo duró esa pasión 
enorme y el placer de conocerla?…¿Una semana?, dos?, ¿tres semanas y media?… Y después… la emoción del primer beso, ¿cuánto duró?, ¿El minuto y 
medio del beso?, ¿Dos días?, ¿Una semana? … ¿y el embarazo o el nacimiento 
del primer hijo? …, ¿y el casamiento de los amigos…?, ¿y el viaje más 
deseado…?, ¿y el encuentro con el hermano que vuelve de un país 
lejano…?¿Cuánto duró el disfrutar de estas situaciones?… ¿horas?, ¿días?… Así 
vamos anotando en la libreta cada momento, cuando alguien se muere, es 
nuestra costumbre abrir su libreta y sumar el tiempo de lo disfrutado, para 
escribirlo sobre su tumba. Porque ese es, para nosotros, el único y verdadero 
tiempo vivido.

"El tiempo rescata lejanas esencias, ilumina oscuros rincones del pasado y enciende el relámpago de la memoria"

lunes, 6 de enero de 2014

¿DÓNDE BUSCAR EL AMOR? (O CÓMO CONOCER A GENTE)



Ya lo preguntaban artistas como los BEP, Jennifer Lopez, Mariah Carey o Pablo Alborán. ¿Dónde está el amor?, ese del que tanto hablan.

No hablo de ese que nos ha inculcado el a veces tan odioso Disney. Tampoco hablo de un amor de cine o novela. Ese que nos hace hasta llorar. Hablo del amor real. El amor al que siguiendo la física, todos tenemos detrás de la esquina.

Con la llegada de aplicaciones web o móvil tipo Bender, Brenda, Grindr y sus simultáneos, esto se ha vuelto difícil, si no imposible. Abres un perfil, ves a los usuarios más cercanos al lugar en el que te encuentres, eliges al que te parece más mono o mona (como si de un mercado se tratara) y comienzas a hablar. 

 Si tienes suerte te responderá. Si tienes más suerte seguiréis hablando, os pasaréis Whatsapp, y quedaréis. Os tomaréis algo, hablaréis de lo divino y de lo humano y después llegará la hora de la despedida (seamos decentes y no pensemos que habrá sexo en la primera cita ;) ). ¿Seguiréis hablando?, ¿Quedaréis de nuevo?, ¿Sólo seréis amigos o algo más?.
Posiblemente, si nos ponemos en el lado bueno, hablaréis de nuevo y os veréis más y luego el destino dirá; en el lado negativo, no vuelvas a saber nada de él/ella.
Y vuelta a comenzar.
Al principio puede ser que lo encontremos entretenido, que conozcamos a mucha gente, que ampliemos nuestro grupo de amigos, pero llega un momento en el que notas que te falta algo. Que estas harto de siempre la misma historia, la misma gente, el mismo final. De conocer nombres y más nombres que se quedan guardados en la agenda del móvil y que terminan por no decirte más. Ves que quieres algo más serio que un simple polvo con desconocidos y no lo encuentras. Y así un día y otro.

Das otro paso y decides buscar en sitios como discotecas, pub, bares... Sí, pasas un rato agradable escuchando música de artistas que adoras, tomas unas copas que siempre viene bien en el cuerpo, y lo que es más importante, conoces a gente. 

Te acercas o se acercan, entablas conversación pero primer chasco. La otra persona está borracha y/o drogada. No sabe lo que hace, ni lo que dice. Y probablemente quiera que seas el rollo de la noche. Y tu que eres decente y no buscas eso, te retiras del campo de juego. 

Todo esto te hace pensar ¿cómo hago para conocer a gente?, ¿dónde está el amor o la media naranja de la que tanto hablan?. Te das cuenta que desde que el sexo es fácil de conseguir y que está prácticamente en todas partes, el amor es más difiícil de encontrar.

La gente dice que el amor no se busca, que aparece cuando menos te lo esperas. ¿Será verdad?.