domingo, 12 de marzo de 2017

LA UNIÓN (SIEMPRE) HACE LA FUERZA

Ayer puede vivir una de las experiencias que a veces la vida te presenta y de la que aprendes, o al menos te hace reflexionar.

Lo que se planteaba como una tarde entre amigos jugando en un típico local de Malasaña, pasó a ser una tarde de ampliar el círculo de amistades. Caprichos de la vida, en la mesa de al lado había tres parejas de mujeres que, como nosotros, estaban pasando la velada entre risas, juegos de mesa y bebidas. 
En un momento dado, se unieron a nosotros y entre bromas, hicimos lo que llamamos (y que no se ofenda nadie) "maricas vs. bollos".
Tres partidas después, unas cuantas fotos y un intercambio de números fueron suficientes para hoy, sentarme a escribir y a la vez hacer auto-crítica.


Seguramente cuando oyes las palabras "gay", "colectivo homosexual" o "LGTBI" te venga a la cabeza la típica imagen de dos chicos. Nunca, o muy pocas veces de una pareja de chicas, un transexual o pienses en personas bisexuales.

Esto se debe, principalmente, al prototipo que nos han difundido, dejando de lado a otros sexos que forman parte de este colectivo. Parece que todo gira entorno a los hombres. Y no me refiero al machismo. La gran mayoría de locales de ambiente, webs homosexuales, revistas o canales de radio van dirigidas a un público masculino. Chicos semidesnudos, moda o cosmética masculina, programas protagonizados por travestis... que están muy bien, pero que muchas veces una mujer que siente atracción por otra mujer, puede quedar marginada, y tener poco o nulo interés en estos elementos.

Claro que hay páginas webs y locales especializados en  ellas, pero habría que entrar a estudiar el por qué de este segundo plano. El por qué los grandes empresarios del mundo de la noche se han centrado en el hombre como figura central. El por qué en los medios de comunicación siempre que se habla de libertad sexual se centran en la pareja de hombres gays. Y el por qué en el mundo artístico, las grandes divas son hombres travestis y ninguna figura femenina/transexual. Porque no creo que sea por haber menos número de lesbianas, transexuales o bisexuales que de gays. Ni tampoco por la falta de reivindicación de sus (nuestros) derechos.

Creo que, debería haber más inclusión, porque todos podemos aprender de todos. Yo ayer me di cuenta del desconocimiento general que tengo de ellas: qué estilos de vida tienen, por dónde se mueven, eliminación de estereotipos... 

Creo, y más en los tiempos que corren, que la unión siempre hace la fuerza. Que deberíamos ir todos y todas a una. 

Mi generación y la anterior a mí, poco pueden hacer ya, pero las nuevas, la de chicos y chicas que empiezan a salir, a conocer el mundo del ambiente, a explorar sus gustos, tienen en la mano la posibilidad de hacer un colectivo más unido, donde las voces que hoy aún están en segunda división, jueguen todas a la par.